sábado, 27 de abril de 2013

EL LOBO Y LOS CORDEROS





EL LOBO Y LOS CORDEROS

©Giuseppe Isgró C.


     Cuentan que cierta vez, habiéndose comido una loba a un cordero, de los dos que amamantaba una obeja, con la prisa con que salió corriendo dejó en el lugar a su lobito, quien, por ser muy pequeño y no saber, aún, que era un lobo, se quedó, juntándose con el cordero remanente.

Lo extraño del caso es que, la obeja madre, quién sabe por cual razón, lo adoptó y amamantó como a su hijo. El lobito creció junto con los demás corderos del rebaño, en la montaña. Era un rebaño  salvaje por haber sido abandonado por sus dueños hacía ya mucho tiempo, quienes por su avanzada edad, se fueron a la ciudad y jamás volvieron al campo. Cosas que suelen ocurrir.

Ahora bien, los corderos se acostumbraron a ver crecer junto con ellos a lobito, que ya, para ellos, era un cordero más. Quizá era como el patito feo del grupo, pero, en fin, nadie lo discriminaba.

Como grupo social, cada rebaño tiene su jefe. El lobo, poco a poco, en una acción constante, fue aniquilando a todos los virtuales jefes del rebaño, y por supuesto, se llevó por delante, en primer lugar, a los jefes de turno que ya eran de edad avanzada; hasta quedarse como jefe absoluto.

Dado que el lobo era fuerte, astuto y con los colmillos afilados y con garras poderosas, el rebaño  se sintió seguro y protegido con un jefe tan fuera de serie.

Lo cierto del caso es que creó una gran expectativa el lobo camuflado de cordero.

Pero, en fin, lobo es lobo aunque se vista de cordero; o, aunque haya crecido creyendo que lo era.

Lo cierto del caso es, que, gradualmente se fue percatando de que el instinto de lobo le hacía apetecible comerse a los sabrosos corderos del rebaño. Pero, su sentido de lealtad le creaba cierta resistencia.

Un día que se decidió en dar un golpe de gracia, trató de acorralar a un cordero que se le había quedado rezagado, cuando un grupo de corderos de edad avanzada fue en su ayuda, y el lobo, que en realidad se creía cordero, salió corriendo huyendo del rebaño, y tanto fue lo que caminó que llegó hasta lo más profundo del bosque, donde una manada de lobos salió a atacarlo por su acentuado olor a cordero. Pero, pronto reconocieron, por su forma exterior, al lobo. Lobo reconoce a lobo en cualquier lugar y circunstancias. Se le acercaron, lo huelen, y el lobito, que ya no lo era tanto, porque había crecido bastante, se encontraba atemorizado.

Fue entonces cuando el jefe lobo, le preguntó:

-Por qué tienes miedo? Tú eres un lobo como nosotros y te acogemos como a un miembro de la familia.

El lobito, encontrándose a gusto con los lobos, sus congéneres, le cuenta su vida con los corderos: sus andanzas y la manera en que le corrieron del grupo por querer comerse a un corderito.

El gran lobo jefe se rió; su risita era socarrona, luego le dijo:

-No lo puedo creer, lobo corriendo por miedo a los corderos.

Acto seguido, agregó:

-Nosotros te enseñaremos las antiguas artes de la guerra y de la cacería, de nuestros antepasados los lobos, que hemos practicado en incontables generaciones. Descubrirás que la maña vale más que la fuerza. Volverás a tu antiguo grupo y le harás ver que eres un cordero arrepentido, quienes volverán a aceptarte como su jefe absoluto, y luego, haciendo discurso de loco, te creerán tal y, poco a poco, uno a uno te los irás comiendo y tendrás comida para los próximos 40 años. Te irás comiendo a los de más edad, primero, y luego a los más jóvenes; creerán, engañados, que eres su protector al decirle que aquellos corderos eran unos corruptos y oligarcas, que era preciso exterminarlos a todos. Estos miembros jóvenes de tu rebaño crecerán como si tú fueses su protector, y ellos te proporcionarán tu sustento mientras vivas.

Dado que tienes un rebaño muy grande, tú nos facilitas, ocasionalmente, algunos corderos, y nosotros, a cambio, te daremos tecnología bélica, políticas para sustentar tu liderazgo, modelos de leyes que ya han sido probadas como efectivas; te facilitaremos lobos entrenados para ir controlando a los corderitos más avispados, y con el cuento de ayuda recíproca, te daremos el apoyo que necesitas para sustentarte, y sobre todo, protegerte del Gran lobo del norte, que es un voraz devorador de rebaños; de los grupos de occidente, donde conviven tres o cuatro bandos de lobos, cada cual más “lobo” que el otro. Son tan sofisticados y hábiles, que a los más astutos hay que ganárselos para la causa, mandándole de vez en cuando algunos corderos y a las demás manadas de lobos del continente que no son tan fuertes, le darás alguno que otro cordero, de manera que, cuando tú te quites la mascara de lobo cordero, permitirá que ellos, por los favores que te deben, te sigan reconociendo como lobo cordero-benefactor, y aún viendo tan torva la faz de lobo temible que eres, te reconocerán como jefe legítimo y te crean su amigo. Afirmando que eres un cordero, pero el jefe de todo el continente en que se encuentra tu rebaño, te llegarán a creer. Con la repetición suficiente, todo se llega a creer. Pero, siempre se paga un costo cuando lo afirmado no se corresponde con la verdad. Es bueno recordarlo!

Poco a poco, mijito, hasta el mismo mundo se te quedará pequeño; inclusive, hasta vas a querer competir con el papá upa. Pero, allí no tienes nada que hacer; ese será siempre el jefe del universo y tiene la horma para cada quien. Si le buscas, le encontrarás. Pero, no temas, Él te buscará a ti, en el tiempo perfecto que conoce bien en el eterno ahora.

El lobito escuchaba extasiado las sabias enseñanzas del gran lobo jefe. Por algo éste se había mantenido por 40 años, o más, en el poder, y por los vientos que soplan, y su buen estado de fortaleza, otro tanto quisiera estar. Habían transcurrido ya unas cuantas lunas llenas desde que se erigió en jefe absoluto, por eso sus barbas blanquecinas les hacían ver como un lobo venerable y sabio. En verdad que no era cualquier cosa…

Lobo viejo y lobo joven elaboran un plan para apoderarse del gran rebaño de corderos.

Escogió de guardaespaldas a unos corderos fuertes, quienes tenían un gran ascendiente en el rebaño; por todas partes iba con ellos escoltado. Adoptó el lema de un antiguo cordero que, en la larga trayectoria histórica de los corderos era considerado uno de los genios corderiles más importantes de todos los tiempos. (Se le denominaba El Libertador). 

Hablando con el lenguaje y el mensaje de tal genio fue acaparando la atención de las masas, y el temor de los corderos más avispados que no se comían el cuento.

Uno a uno se los metió en el bolsillo a todos. A unos ofreciéndoles villas y castillos; a otros cargos, a algunos más lo que se le antojara, y a la casta más poderosa, poder y los valles más fértiles, para su propio gozo.

El lobito conquistó el rebaño y lo sometió a sus fines, incondicionalmente. Le fue comunicando, gradualmente, los proyectos que se propone desarrollar en el tiempo, que significa todo el tiempo que Dios otorga en cada ciclo de vida, mientra su voluntad lo permita, ya que el tiempo de Dios es perfecto: tiene su hora, su minuto y su segundo; su inicio y su término. En el instante preciso la noche muda en día, y ya el día no es más noche mientras dura el día. El murciélago se retira a su oscura cueva tan pronto como amanezca. Y, amanecerá!…. Alguien lo duda? Y volverá a oscurecer, también. Acción-reacción; noche-día; oscuridad-luz: la eterna polarización hacia Dios. En el camino todos se van purificando para trascender el velo y ver a Dios cara a cara. Es eso posible? Quién lo sabe?

Pero, lobito, ahora ya en su rol de jefe grande, le dijo que requerían muchas leyes nuevas para gobernar el rebaño en la Nueva República totalmente en vía de reestructuración. Una a una las fue cambiando todas al estilo de los grandes legisladores que creían, acertadamente, que la mejor manera de educar era por medio de las leyes. Claro, Licurgo, Solón, Servio Tulio, Justiniano, Alfonso X El Sabio, Napoleón, entre otros, eran grandes legisladores, a las pruebas uno se puede remitir. Los resultados son los que hablan y dictan el veredicto, después de ejecutada la obra. Pero, aún cuando los resultados están por verse,…. Quién podrá decir que el astuto lobo sea un gran legislador, o en verdad, un buen líder? Es un gran estadista, a su manera; de eso no existe duda alguna. Hay que esperar, no obstante, pero el buen día empieza por la mañana, aunque al atardecer se puede acomodar. Entre la aurora y el ocaso, hay mucho trecho y pueden ocurrir muchas cosas a favor o en contra, del uno o de los otros. Pero, en la naturaleza, todo busca un fin positivo aún en sus aspectos, aparentemente, menos favorables. Dios escribe derecho con letras torcidas. Por eso es Dios. Sabe lo que hace, o lo que hizo, en la Ley Cósmica.

Pero, por estas leyes, que lobito iba promulgando, fue destruyendo a los rebaños de los verdes valles, de apetitosos pastos, y a los demás los fue llevando por áridos terrenos, donde lobito tuviese medio debilitados a los corderos más fuertes, y a los jóvenes irlos adoctrinando de manera que, no conociendo otras realidades, estuviesen conformes con ir sobreviviendo con lo que alguien llamó: -”El mar de la felicidad”. Usted lo entiende? En las propias narices tenía el paraíso terrenal. Recordemos que hasta Colón, en la época del descubrimiento de América, denominó a ese valle: “Tierra de gracia”.

Como un lobo ubicado en un lugar equivocado, el de los mansos corderos, puede trastornarle el feliz devenir de la vida a millones de corderos, quienes en cada época esperan a su líder cordero. Siempre aparece el líder de acuerdo con el rebaño, es decir, el que éste se merece. Este rebaño en cuestión siempre ha merecido un buen líder y los ha tenido; volverá a tenerlo; pero, mientras Lobito tenga aliento no se dejará escapar fácilmente la presa. Tiene una viveza que supera a toda la que alguien se pueda imaginar. Cuando los demás van, él viene ya de regreso. Su capacidad de trabajo es inmensa. Sin duda Dios le creó robusto, fuerte, incansable, buen comunicador, sabe parlotear y la gente le escucha; subyuga, y la gente espera. Unos se van; otros, las mayorías, se quedan.

Los corderos, al fin desengañados, miran con afán donde estará el cordero que tenga el poder suficiente para –en juego limpio y despliegue de inteligencia- desplazar a este lobo que ya no es tan lobito y se quitó la careta. Pero, en la historia de los corderos, este rebaño siempre ha superado sus pruebas más duras y menos fáciles. Hay ejemplos múltiples que cada quien puede ver en los libros de historia patria.

Líder que sigue rumbo inconveniente, los seguidores no le acompañan mucho tiempo, adoptando el consejo de Salomón, quien dijo, haciendo gala de su prudencia: -“No te pongas en camino con audaz ya que corres el peligro de perderte con él”.
Ya hoy, el rebaño sabe que el lobo no es cordero, y el lobo, que es lobo. Empieza la batalla. Podrá un solo lobo con todos los corderos? Podrán todos los corderos con un solo lobo? El tiempo lo dirá.

Cordero, prepárate para la más importante acción de tu vida. Asumir el rol de construir la patria que soñaron los padres de la Patria. Ahora te toca a ti. Contigo es la cosa. No te hagas el tonto. Asume el reto y triunfa.

Es preciso buscar el líder cordero que tenga claros los ideales, y esté imbuido de la ética corderil, para que conduzca al rebaño a la mayor suma de felicidad y bien posibles, de verdad, verdad. Dale.

***

Este pequeño cuento lo escribió, el autor, la tarde del 19 de diciembre del año 2000. Ahora, tal como fue redactado, sin cambios, se incluye aquí, por el probable mensaje, o percepción intuitiva que pudiese contener mirando al futuro.
El gran secreto que desde muy antiguo se conoce es el de: compartir las cosas buenas de la vida de manera justa y equitativa.

En el momento en que un líder se esmera en buscar el bien de todos, todos les siguen ad infinitum. Pero, el Gran Líder ad infinitum es, únicamente, Dios. De todos los demás, Dios los va usando, para sus fines providenciales, a unos para unas finalidades; a otros, para las que correspondan, por la Ley Cósmica.

El líder que Dios permite que emerja, por la inherente situación existencial, define al grupo, en un momento dado y la experiencia que precisa, como medio de aprendizaje.

No hay líder “inadecuado” que alguna labor buena no cumpla, solo que es poco fácil verla antes de tiempo.

Líder es líder donde lo pongan, pero, lo que permite calificarlo son los resultados. A veces un líder aparentemente “ineficaz”, en la opinión de algunos, puede resultar un gran benefactor para todos. De qué males mayores no evita un mal menor? Alguien puede saberlo?

Demos gracias de que las cosas son como son, y no peores. O, acaso las cosas no suelen resultar mejores de cómo pudieran haber sido?

Cada quien cumple el rol que eligió. Es preciso que las nuevas generaciones se preparen para los tiempos mejores que, inevitablemente, en cada época, emergen. El futuro con que se sueña deben crearlo los mismos jóvenes. Por eso se suceden las generaciones; cada una aporta nueva energía creadora e ideales renovadores. Pero, al margen de la edad, cada quien puede dar su respectivo aporte para mejorar la sociedad mejorándose a sí mismo.


De qué se ocupan los jóvenes, hoy en día, en el mundo? Quién los orienta hacia caminos inconvenientes? Es preciso centrar la atención de las nuevas generaciones en objetivos constructores de tiempos mejores.

Hay que prepararse; es necesario transformar el mundo, involucrándose; asumiendo los roles de liderazgo que el planeta requiere, en todos los ámbitos.

Y, los que ya se encuentran en edad madura, o avanzada? Acaso usted piensa que la cosa no es con usted? El que tenga conocimiento que eduque a las juventudes de sus respectivos países, y en los temas que les son inherentes.

El que tenga fuerzas para involucrarse en la conducción hacia un mundo mejor, debe hacerlo para que en los siguientes ciclos de vida encuentre el mundo en el que ahora quisiera vivir.

El futuro será lo que hagamos de él, hoy. No es sacando de él lo máximo que se pueda, sino en aportar lo mejor de los propios esfuerzos a favor del bien común. Todo el bien que hagamos a favor de la sociedad, es el único bien que, en definitiva, recibiremos. Dar-recibir, es el binomio clave; pero, en primer lugar, hay que dar: servicio, trabajo, amor, afecto, amistad, cumplimiento del deber, sonrisas, aprecio, y un largo etcétera. La siembra de hoy será la cosecha de mañana. 

09 de octubre de 2011.

Adelante.

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